Fiel al arte de narrar el tiempo que le toca atravesar, Arbolito habita la cuarentena y se ilusiona con que la pandemia sea la oportunidad para terminar con una vida voraz. Un rasguido mochilero para andar livianos lleva el ritmo de esta canción que llama a reconectar con la sencillez de los vínculos y placeres cotidianos. Una canción compuesta durante el Aislamiento Social y Obligatorio por el coronavirus, en la que cada músico grabó en su casa.
Diego Skliar
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