La historia de Elena comienza en Feltre, en la
provincia italiana de Belluno, donde soñaba con ser profesora de
matemáticas desde la escuela primaria y los fines de semana veía los Grandes
Premios junto a su tío: "Nunca habría imaginado trabajar en MotoGP™.
Si pienso en la época en que veía las carreras, recuerdo a técnicos, pilotos y
otros protagonistas que veía en la televisión y que hoy son personas con las
que me relaciono a diario. La aficionada que hay en mí gritaría de alegría y le
costaría creer lo que estoy viviendo; en cambio, siempre intento mantener un
perfil profesional y cuando me encuentro con caras conocidas del paddock me
limito a decir 'ciao' con una sonrisa".
De hecho, confiesa que veía MotoGP™ como algo
inalcanzable, que solo podía observar de lejos, pero fueron las matemáticas, su
otra gran pasión, las que la llevaron a este fascinante mundo: "Estaba
estudiando en la Universidad de Padua cuando me enteré de que los
responsables de Aprilia habían acudido a la facultad en busca de
matemáticos aplicados. Esa era la carrera que había elegido y cuando vi esta
posibilidad, me lancé". Cuando imaginamos el mundo del motociclismo
acostumbramos a pensar que hay ingenieros en el box, pero Elena explica que el
movimiento de Aprilia fue vanguardista porque se centró en la
sinergia entre las matemáticas y la ingeniería para desarrollar sus proyectos.
Su tesis de la licenciatura sobre las trazadas de las motos le
permitió entonces ganar una plaza en el departamento de carreras de la casa
de Noale, centrándose cada vez más en la simulación dinámica, la
optimización del desarrollo y la estrategia. Rápidamente, Elena se
convirtió en un referente, no solo en la empresa, sino también en la pista, en
el paddock: "Con la introducción del software único de Magneti
Marelli, cambié de ámbito, pasando a la estrategia y el análisis. Así fue como
empecé a asistir a los Grandes Premios, descubriendo, una vez más, una
forma nueva y diferente de hacer mi trabajo. Al estar en el departamento que
representa el punto de llegada de todos los datos e información, tengo la
oportunidad de relacionarme con los ingenieros de motor, electrónica, dinámica
y vehículos y conocer mejor cada aspecto de la moto".
La adrenalina es un componente siempre presente en las carreras
y trabajando en el box hay más rumores, más distracciones y más presión. Pero
entrar en el paddock no solo supuso un cambio desde el punto de vista
profesional: "Al principio estaba tan centrada en los aspectos técnicos
que no tenía ninguna otra preocupación. Después de unos cuantos Grandes
Premios me sentí inmediatamente parte de una gran familia y me siento como
en casa en cualquier parte del mundo. Al final, siempre son las mismas personas
las que viajan y aunque esté en Malasia, Argentina, Australia o Japón,
siento que estoy en un entorno seguro porque si necesito apoyo, siempre
encontraré a alguien con quien pueda contar".
Al asistir a todos los Grandes Premios, la vida se ve
marcada por las reservas de avión y tren que llevan al personal del paddock a
circuitos de todo el mundo: "Cuando viajas, los ritmos son exigentes
-dice-, pero la adrenalina nos mantiene súper concentrados en lo que estamos
haciendo". Y si a veces este estilo de vida puede resultar agotador, Elena tiene
un as en la manga para renovar su energía: "Haber sido aficionada me da
ese empujón extra porque nunca hubiera imaginado estar aquí".
En su trayectoria profesional también hubo un paso durante unos
años por el Team Suzuki Ecstar, donde se encontró con un nuevo reto:
"Los japoneses son muy respetuosos y es importante ganarse su confianza;
es un camino difícil, pero que brinda grandes satisfacciones. A menudo estaba
en Japón y era la única mujer presente en las reuniones. Pero nunca
me he sentido discriminada porque cuando se empieza a hablar de aspectos
técnicos, las barreras culturales y de género desaparecen".
Toda experiencia genera un cambio y haber trabajado para un
fabricante japonés permitió a Elena enriquecer aún más su bagaje
profesional y personal antes de reincorporarse a la fábrica de Noale.
"Volví a Aprilia porque mi sueño era crear un pequeño
departamento de estrategia y método de análisis de datos, para construir algo
real, concreto, donde los distintos departamentos puedan acudir para obtener
los datos y la información detallada sobre los distintos aspectos. Y se ha
conseguido". Eso sí, en su álbum de recuerdos con Suzuki, hay una
emoción que quiere revivir: "Cada fabricante tiene su excelencia y la
estrategia tiene que potenciarla. Mi aspiración actual es alcanzar la victoria.
Es una sensación que viví cuando estaba con Suzuki y la disfruté
mucho, así que me gustaría revivirla con Aprilia".
"El miércoles y el jueves son días dedicados a afinar los
últimos detalles". Una vez montado el box y definida la estrategia,
arranca la primera sesión de entrenamientos libres del viernes: "Durante
la sesión compruebo los datos en cuanto el piloto vuelve al box. En mi papel,
lo más importante en ese momento es apoyar a los ingenieros de pista y darles
información inmediata, y luego entre sesiones pensamos en cómo optimizar los
datos y la información".
En un entorno dinámico como el de MotoGP™, Elena destaca
lo importante que supone ser reactiva, rápida y capaz de adaptarse con
celeridad a las situaciones cambiantes: "Las sesiones más importantes son
la FP4 y el Warm Up. En la FP4 hacemos pruebas para la carrera,
y en el Warm Up afinamos los últimos detalles y esperamos no tener que cambiar
demasiadas cosas".
A continuación, nos acercamos al momento más esperado del fin de
semana: la carrera. "Es el instante en que puedo vivir un momento pasional
y saber todo el trabajo que conlleva es aún más emocionante. Una vez terminada
la primera vuelta, voy a pie de pista y observo cómo se retan los pilotos más
rápidos del mundo".
Elena tiene un punto de vista privilegiado sobre el Mundial.
Si antes veía las carreras sentada en el sofá de casa, ahora las vive en
primera persona y contribuye a su puesta en escena. En las competiciones, como
en la vida, el secreto es ser generoso con uno mismo: "Vendrán muchos
'no', por eso es importante ser la primera en derribar los muros que a menudo
construimos por miedo. Cuando era estudiante universitaria y me enteré de
que Aprilia buscaba estudiantes de mi curso, pensé que muchos otros
candidatos habrían sido mejores que yo, pero lo intenté de todos modos y…
¿adivina qué? Me eligieron a mí".
Orgullosa de demostrar que con las matemáticas, una asignatura a
menudo detestada por los estudiantes, es posible llegar a contextos de trabajo
que nunca hubiéramos imaginado, Elena, cuando puede, aparca los datos para
subirse al sillín de su moto apelando a su estrategia ganadora: no reservarse
nunca nada.
motogp
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