Cuatro planetas se alinean en el cielo y ofrecen un espectáculo poco frecuente
En un acontecimiento poco frecuente, Júpiter, Venus, Marte y Saturno están
conformando una “caravana planetaria”, en una alineación casi perfecta en
el cielo, que se puede observar a simple vista poco antes del amanecer y que
durante esta semana ofrecerá nuevas conjunciones a las que se sumará la Luna.
“La observación de los planetas no es algo raro, se ven a simple vista siempre,
lo interesante es que (ahora) están formando una zona compacta en el cielo y en
un solo golpe de vista ves a los cuatro, cuestión que en otro momento quizá te
lleva toda la noche”, remarca Mariano Ribas, responsable del área de
divulgación científica del Planetario de la ciudad de Buenos Aires.
También el doctor en Astronomía y profesor de la Universidad de La Plata
Guillermo Bosch resalta que “es un fenómeno de coincidencia de objetos que
se mueven cada uno a su velocidad en el cielo y justo durante casi todo un
mes los vemos como muy cerquita entre sí, como aparentemente alineados”, por lo
que sostiene que es un evento interesante desde el punto de vista educativo y
para disfrutar en la observación.
Hasta fines de mayo, aproximadamente entre las 5 y las 7 de la mañana, mirando
hacia el este y desde cualquier punto de la Argentina (y del mundo) se puede
observar –de abajo hacia arriba, en una línea recta-, a Júpiter, Venus, Marte y
Saturno formando una suerte de “caravana” en el cielo. No hace falta
telescopio ni ningún tipo de protección para la vista y, con buena visibilidad,
se puede disfrutar tanto en las ciudades como en zonas rurales.
Pero lo que sólo se podrá apreciar este miércoles 27, alrededor de las 6, es un triángulo
muy compacto –de más o menos 4 grados- que formarán Venus, Júpiter y la
Luna, los tres astros más brillantes del cielo.
“Para que una persona tenga una idea, los tapas con el puño extendido al cielo
y te sobra puño, entran en el campo visual de un larga vista común y
corriente”, graficó Ribas, para explicar la cercanía relativa en la que se los
podrá ver.
También habrá otro evento particular sólo observable en los pre-amaneceres del
30 de abril y el 1 de mayo: Venus y Júpiter se aproximarán aún más y
formarán “un doble lucero”.
Desde la perspectiva de la
Tierra, se los podrá observar casi pegados -a medio grado aproximadamente- pero
sólo en apariencia, porque Júpiter se encuentra cuatro o cinco veces más
distante de Venus en millones de kilómetros.
Las conjunciones y los “juegos geométricos” que ofrecen los astros en el cielo,
como la alineación de los cuatro planetas que se puede observar en estas
semanas, son fenómenos poco habituales pero no casuales.
“No es algo periódico, que se reproduzca cada exacto número de años. Obviamente
que las órbitas de los planetas y su posición aparente en el cielo se pueden
calcular de acá hasta el fin de los tiempos, pero no es que haya un patrón, es
algo poco frecuente”, sostiene Bosch.
Y agrega: “Desde el punto de vista didáctico es bueno porque está mostrando
visualmente que todos los planetas del sistema solar prácticamente compartimos
un mismo plano, como lo vemos en las ilustraciones didácticas. Es interesante si
mirás al cielo y te imaginás unir con los puntitos que pasan por esos cuatro
planetas, estás como visualizando el plano de la eclíptica”.
También el responsable de Divulgación Científica del Planetario porteño destaca
lo relevante de poder ver, desde nuestra perspectiva, a Júpiter, Venus, Marte y
Saturno formando una suerte de “caravana de planetas” porque “en realidad
cada uno está a una profundidad muy diferente” y coincide que son eventos poco
frecuentes.
“Estas cosas se dan pocas veces por décadas, no hay un intervalo (de años), a
veces estas circunstancias se dan en el cielo en el pre-amanecer como ahora y
en otros años se ha dado en el cielo del anochecer”, explica Ribas y remarca
que “esto no tiene ningún daño ni beneficio para la gente ni ninguna cuestión
mágica, simplemente son planetas que se ven a simple vista que forman
caprichosas formas en el cielo y es lindo verlo y entenderlo como un juego de
geometría”.
Ambos especialistas recuerdan que observando este tipo de fenómenos los
estudiosos de la Antigüedad fueron entendiendo los distintos objetos que
componen el cosmos. “La fascinación de siempre del hombre por entender y
registrar qué es lo que pasaba en el cielo es el punto de partida de la
astronomía”, concluye Bosch.
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