Lanzan una campaña para concientizar sobre la donación
pediátrica de órganos
La Sociedad Argentina de
Trasplantes (SAT) lanzó una campaña de concientización sobre la donación
pediátrica de órganos, que busca promover el diálogo acerca del tema en las
familias, escuelas y en toda la sociedad, informaron las organizaciones.
Se trata de un documento supuesto, denominado “Testamento Infantil”, que invoca
a la conversación social sobre la donación de órganos de personas menores de 18
años.
La campaña fue elaborada a partir del trabajo mancomunado entre el Consejo
Publicitario Argentino (CPA), la Sociedad Argentina de Trasplantes (SAT) y Casa
Justina, en el marco del Día Nacional de la Donación de Órganos, que se
conmemoró ayer.
En Argentina, a partir de la Ley 27.447, conocida como la Ley Justina, todas
las personas mayores de 18 años son donantes, a menos que expresen lo
contrario.
Los menores, en tanto, necesitan obligatoriamente de la decisión de un adulto
para poder donar sus órganos.
"Actualmente hay 204 menores esperando un trasplante -y podrían ser muchos
más- y no todos pueden recibir la donación de un mayor. Casi siempre sólo un
menor puede donarle a otro menor, pero siempre es un adulto quien decide",
indicaron desde la SAT en un comunicado.
“La Sociedad Argentina de Trasplantes trabaja para concientizar a la comunidad
médica y a la sociedad en su conjunto sobre la necesidad de incrementar los
donantes pediátricos, pese a una disminución notoria en la negativa familiar (a
la donación) desde la implementación de la Ley Justina (Ley 27447)”, dijo
Alejandra Villamil, presidenta de la SAT.
“Entendimos la importancia de conversar sobre la donación pediátrica de órganos
en la sociedad sabiendo que podemos salvar la vida de muchos niños y niñas que
hoy esperan un trasplante”, expresó Verónica Rodríguez Padilla, directora de la
iniciativa por el CPA.
A partir de ese supuesto "testamento infantil", un documento
netamente ficticio, la campaña aporta "una herramienta para que chicas y
chicos pueda expresar su voluntad de donar" para permitir que "uno de
los menores que esperan un trasplante, o los que puedan llegar a necesitarlo,
puedan vivir".
“Justina, con 12 años, sabía que si no llegaba su corazón se moría, aun así me
pidió que ayudemos a todos los que podamos”, aseveró Ezequiel Lo Cane, padre de
Justina Lo Cane, cuya historia motivó el nombre de la ley 27.447, sancionada en
2018.
"Cuando hablo con niños y adolescentes en los colegios, después de
explorar juntos sus curiosidades sobre la donación y el trasplante de órganos,
les hago una pregunta: - Levante la mano quién de ustedes donaría sus órganos.
¿Les tengo que decir cuántos levantan la mano? Ayudan a todos los que
pueden", concluyó.
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